Audiencia Provincial de Cáceres

El vicesecretario de Adicae, Antonio Pulido, condenado por coacciones a una trabajadora

La asociación acumula más de una veintena de condenas por abusos laborales y un juzgado de Sevilla instruye una causa por una denuncia contra ella por un posible delito de fraude en subvenciones.

El vicesecretario de Adicae, Antonio Pulido, condenado por coacciones a una trabajadora

La Audiencia Provincial de Cáceres ha ratificado una sentencia contra el vicesecretario nacional de la asociación de usuarios bancarios Adicae, Antonio Julio Pulido Cubero, por un delito leve de coacciones a una trabajadora de su oficina en la capital extremeña.

Adicae acumula más de una veintena de condenas por abusos laborales y un juzgado de Sevilla instruye una causa por una denuncia contra ella por un posible delito de fraude en subvenciones en Andalucía. La UDEF ha apuntado como responsables al presidente de Adicae a nivel nacional, Manuel Pardos y su anterior secretario general, Fernando Herrero.

Según la sentencia dictada en noviembre de 2019 por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Cáceres que ahora ha confirmado la Audiencia Provincial, Antonio Pulido entró en noviembre de 2017 en la oficina de Adicae en la ciudad de forma "violenta" y anunció el despido de la empleada en "un clima de tensión" en el que "gritaba" que "había decidido aplicar el 155". La sentencia de la Audiencia, fechada el pasado 17 de septiembre y adelantada por el diario El Plural, condena en costas al vicesecretario de Adicae y confirma tendrá que pagar dos meses de multa a razón de 10 euros diarios -en total 600 euros-, con la responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago, además de abonar un cuarto de las costas de la causa cuya sentencia recurrió.

El fallo absolvió a otros trabajadores que acompañaban a Pulido en el momento de los hechos del delito leve de coacciones del que venían siendo acusados, declarando los tres cuartos restantes de las costas causadas de oficio. La denunciante retiró su denuncia y no formuló acusación contra dos de ellos, aceptando el perdón solicitado por los mismos, mientras que para otro de ellos no resulta probado que participase en los hechos ni que tuvieran intención de conminar a su compañera para que abandonase su puesto de trabajo.

En la sentencia se señalan como hechos probados que el 28 de noviembre de 2017 el ahora condenado "irrumpió de forma inopinada y abrupta" en la oficina de Adicae en Cáceres, en la que desempeñaba su puesto de trabajo la denunciante. Lo hizo acompañado de otras cuatro personas, trabajadores de la asociación, "urdiendo un plan para conseguir que le abriese la puerta".

Se introdujo "de forma sorpresiva y violenta"

Uno de sus acompañantes se hizo pasar por un consumidor que iba a solicitar información sobre las cláusulas suelo y una vez que la empleada abrió la puerta, Pulido se introdujo "de forma sorpresiva y violenta en la oficina, llegando a empujar la puerta, teniendo que apartarse para evitar que le golpease".

Todo ello con intención de conminarla para que abandonase las instalaciones y notificarle la decisión de despido que provenía de Adicae, creando "un clima de tensión y hostilidad", en el que Pulido "gritaba que había decidido aplicar el 155", en estado de "alteración y gran agitación", lo que provocó que ésta se sintiera "intimidada".

El relato de la denunciante fue corroborado en todos sus extremos por una limpiadora testigo de los hechos. Otro testigo, trabajador de Adicae Extremadura, explicó en el juicio que el día en que se produjeron los hechos le llamó por teléfono un compañero de trabajo y le dijo que había estado hablando con la denunciante por teléfono y que cuando ésta se dispuso a abrir la puerta, dado que habían llamado al timbre, "comenzó a escuchar golpes y gritos, cortándose la comunicación".

"Hechos parecidos en otra oficina de Badajoz"

Este testigo sospechó entonces que su compañera pudiera ser "víctima de hechos parecidos a los ocurridos en otra oficina de Badajoz", en la que trabajadores de Adicae nacional "habían intentado acceder por la fuerza en las mismas", por lo que decidió personarse inmediatamente en la oficina. Cuando llegó se encontró a "Antonio Pulido gritando, sosteniendo un papel y diciendo que iba a aplicar el 155", en un tono elevado, encontrándose la denunciante "llorando y nerviosa". El mismo testigo manifestó que les habían dado órdenes de evitar contactos con los miembros de la junta directiva nacional de Adicae para evitar entrar en conflicto.

En este sentido, en una sentencia de 28 de febrero de 2018 del Juzgado de lo Social número 1 de Cáceres se consignan como hechos probados que en la Asamblea de Adicae Extremadura celebrada el 4 de noviembre de 2017 se acordó dejar sin efecto el acuerdo de integración entre aquella y Adicae España, lo que "abocó en un conflicto entre ambas".

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