La Audiencia de Sevilla ha condenado a dos años de cárcel a una empleada del Banco Santander por un delito continuado de estafa. La mujer se apropiaba de disposiciones en efectivo con cargo a clientes de avanzada edad tras ganarse su confianza, haciéndose con más de 60.000 euros mediante esta práctica.
La condenada, de 40 años, era empleada en una sucursal en la zona hispalense de Sevilla Este, aunque cometía las estafas en una oficina del centro de la capital andaluza.
Una reclamación, origen de las pesquisas
"Los motivos que originaron la investigación fue una reclamación realizada por el hijo de uno de los clientes de la entidad bancaria y de la mencionada oficina" del centro, relata el fallo de la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla emitido el pasado mes de septiembre.
"A consecuencia de la reclamación", prosigue, "se descubrió que la investigada, desde el 14 de julio de 2017, había venido realizando disposiciones en efectivo desde tres tarjetas de crédito a nombre de dos clientes y sin el consentimiento de los mismos".
"Su 'modus operandi' consistía en dar de alta las tarjetas con pago aplazado mensual, a nombre de los clientes, y por ende a cargo de sus cuentas corrientes, sin su conocimiento ni su autorización, para así luego proceder a realizar las extracciones dinerarias", explica el escrito.
Cárcel e indemnización, las penas
La sentencia indica también que "la acusada, para realizar las acciones descritas, elegía cuentas corrientes de personas de avanzada edad, que confiaban en ella plenamente como empleada de la entidad bancaria, y que contaban con dinero suficiente para no percatarse de lo que estaba sucediendo". La mujer llegó a disponer de 63.166,79 euros.
Por su parte, el Santander "ha resarcido los importes defraudados a sus clientes asumiendo la posición de perjudicada" y ha reclamando el dinero a la encartada. Tras llegar a un acuerdo la defensa de la acusada, la Fiscalía y la representación del banco, la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla ha resuelto condenar a la empleada a dos años de cárcel por un delito continuado de estafa y a indemnizar con 63.166,79 euros a la entidad financiera.