En un mundo marcado por el consumismo y la rápida obsolescencia de los productos, surge una tendencia que se aleja de la mera transacción comercial: las compras con propósito. Estas no sólo buscan satisfacer una necesidad inmediata del consumidor, sino también aportar un valor añadido a la sociedad y al medio ambiente. Pero, ¿qué significa realmente comprar con propósito? Y más importante aún, ¿cómo podemos, como consumidores, asegurarnos de que nuestras compras estén alineadas con nuestros valores y principios?
Las compras con propósito van más allá de obtener un bien o servicio a cambio de dinero. Estas compras están motivadas por la voluntad del consumidor de generar un impacto positivo, ya sea social, económico o medioambiental. Se trata de elegir productos de empresas que no sólo buscan el beneficio económico, sino que también tienen en cuenta el bienestar de las personas y del planeta de manera vinculada a la comercialización o producción.
Para acceder a los contenidos de este número de Consumerismo debes ser socio de pleno derecho de FACUA. Pulsa aquí para darte de alta o iniciar sesión.