FACUA-Consumidores en Acción ha realizado un estudio comparativo sobre las tarifas nacionales de voz y SMS de veintitrés operadores de telecomunicaciones móviles.
Ante las elevadas tarifas de las tres grandes compañías y su negativa a bajar precios e introducir competencia real en un mercado con márgenes desproporcionados -donde los nuevos operadores ya no tienen capacidad de forzarles a cambiar-, FACUA reclama al Gobierno que imponga una tarifa máxima a la que puedan acogerse los usuarios de cualquier compañía como ha hecho ya Bruselas con el roaming.
Ochenta planes de Movistar, Vodafone, Orange, Yoigo y diecinueve OMV
El análisis de FACUA abarca los ochenta planes tarifarios ofertados a particulares (ver tablas) por Movistar, Vodafone, Orange, Yoigo y diecinueve operadores móviles virtuales (OMV): BT Móvil, Carrefour Móvil, 40 Móvil by Orange, Diamovil, Eroski Móvil, Euphony, Euskaltel, Happy Móvil, Hits Mobile, Lebara Móvil, Másmovil, Mundimovil, Pepephone, R, Simyo, Talkout, Telecable, Viva Mobile y XL Móvil.
Se trata del tercer estudio sobre las tarifas de móvil realizado por FACUA en 2008, tras los que efectuó en enero sobre nueve compañías y en febrero sobre once.
Las menos caras
Actualmente, cuatro compañías destacan por tener los precios menos caros en términos generales:
- Másmovil, 0,08 euros más IVA por minuto, 0,15 por el establecimiento de llamada y 0,08 por SMS.
- Simyo, 0,09 euros (siempre más IVA) por minuto, 0,15 por el establecimiento y 0,09 por SMS. Además, en los 10 primeros minutos de las llamadas a otros clientes de la compañía sólo se paga la tarifa de establecimiento.
- Yoigo, 0,12 euros por minuto, 0,12 por el establecimiento y 0,10 por SMS. Y en las llamadas entre clientes, el precio por minuto es de 0,00 euros hasta una hora al día.
- Pepephone, 0,09 euros por minuto, 0,15 por el establecimiento y 0,09 por SMS.
Una llamada de 2 minutos (la duración media) a cualquier teléfono en cualquier hora cuesta con estas cuatro compañías entre 0,31 y 0,36 euros más IVA.
Con los planes con la misma tarifa para todos los destinos y horarios de las tres grandes compañías, la misma llamada de 2 minutos costaría entre un 31 y un 123% más: 0,57 euros con el Contrato Único 24 Horas de Movistar y 0,606 con su Tarjeta Más (si se llama a Yoigo es más caro, ya que Telefónica Móviles penaliza este destino con 0,05 euros por minuto); 0,48 euros con el Contrato Clásico de Vodafone y 0,68 con su Tarjeta Clásica; y 0,47 euros con el Contrato Decreciente de Orange y 0,69 con su Tarjeta Libre.
Frente a las tarifas fijas por minuto más bajas, los 8 y 9 céntimos de Másmovil, Simyo y Pepephone, las de los tres principales operadores alcanzan los 16 céntimos en pospago y 27 en prepago de Orange (Contrato Decreciente y Tarjeta Libre), los 21 y 22,8 de Movistar (contrato Único 24 Horas y Tarjeta Más) y los 18 y 28 de Vodafone (planes de pospago y prepago Clásico, en este caso con un establecimiento de 12 céntimos frente a los 15 del resto).
Aunque por muy grandes que sean las diferencias, FACUA no cree que las tres grandes operadoras vayan a bajar sus tarifas. Si lo hicieran 1 sólo céntimo por minuto, dejarían de ingresar unos 55 millones de euros mensuales, tanto como si perdieran 2 millones de clientes. Los pequeños operadores todavía no llegan a 1,3 millones de líneas, con una cuota de mercado de sólo el 2,6% (según la última nota mensual de la CMT, correspondiente a mayo).
Demanda una tarifa máxima nacional, similar a la eurotarifa
Frente a los elevados márgenes de las grandes compañías y su negativa a introducir competencia real en el sector, FACUA demanda que el Gobierno de España -al igual que otros Estados miembros de la UE- siente las bases para fijar de una tarifa de voz y otra de datos similares a la eurotarifa recientemente aprobada para el roaming en la UE.
FACUA reclama que la telefonía móvil sea catalogada como servicio universal y que las abusivas tarifas de las compañías y la ausencia de competencia entre las grandes operadoras sean respondidas de una vez por el Gobierno con una tarifa regulada a la que los usuarios puedan acogerse. Algo en lo que los ministerios de Industria, Turismo y Comercio y de Sanidad y Consumo deberían comenzar a trabajar para proteger los intereses de los consumidores.
Así, como ocurre ya con la eurotarifa, los usuarios seguirían teniendo la posibilidad de contratar las tarifas libremente ofertadas por las compañías o elegir la tarifa máxima impuesta por el Gobierno.
Ésta es, advierte FACUA, la única medida que podría derivar en una bajada de las tarifas en España ya que la llegada de los operadores móviles virtuales -algunos con precios mucho más bajos que los de las grandes operadoras- se ha producido demasiado tarde. Movistar, Vodafone y Orange tienen un mercado demasiado grande y consolidado, señala la asociación, como para valorar siquiera una bajada de tarifas en respuesta a la escasa capacidad de penetración de las nuevas compañías.
En relación a las mejores ofertas de algunos nuevos operadores, FACUA considera que todavía hay margen más que suficiente para que oferten tarifas por minuto por debajo de los 8 céntimos. Por otro lado, recuerda que hace ya año y medio que denunció ante las autoridades de Consumo y Telecomunicaciones que las tarifas de establecimiento de llamada (12 y 15 céntimos) son abusivas y pueden vulnerar la legislación en materia de protección a los consumidores.
Las trampas de las grandes compañías
El método de las grandes compañías para evitar que sus clientes se vayan con otros operadores no es competir en tarifas, sino ofrecerles móviles a precios bonificados para mantener sus líneas cautivas durante al menos 18 meses.
El elevado número de planes tarifarios que ofertan Movistar (cuatro en pospago y cinco en prepago), Vodafone (once y cuatro) y Orange (ocho y seis) provoca confusión entre los consumidores y les dificulta la posibilidad de comparar.
El objetivo de estas compañías es hacer creer a los usuarios que si su factura es elevada no es porque sus tarifas sean caras, sino porque no han sabido elegir un plan que corresponda a su perfil de consumo. Pero lo cierto es que en muchos casos los planes tarifarios tienen trampa, ya que los precios bajos para unas llamadas se compensan con importes muy elevados para otras. Así, hay planes en los que determinadas llamadas llegan a penalizarse con tarifas de hasta 0,64 euros por minuto.