Hojas de reclamaciones, sistema arbitral y de mediación
Código de buenas prácticas del comercio minorista
FACUA propone la adopción de un Código de Buenas Prácticas Comerciales que reforzará la imagen de calidad del comercio, en cuanto al producto y al servicio que oferte al consumidor.
El pequeño y mediano comercio, así como las actividades comerciales, aportan unos valores esenciales de vertebración de las ciudades y de las poblaciones, y son uno de los mejores ejemplos de la sociedad emprendedora, de convivencia y de integración social y cultural.
Desde FACUA se sugiere este Código de Buenas Prácticas Comerciales y su adopción como decálogo. El establecimiento saldrá beneficiado y entre todos se dará un nuevo impulso al comercio de la ciudad. También es importante para la satisfacción de la clientela, aportando un servicio de calidad.
El decálogo
1. Dar un trato personalizado al cliente. La premisa es tratarlo con profesionalidad y ofrecerle un servicio de calidad.
2. Facilitar una buena información sobre los productos a la venta, de manera que el cliente pueda conocer sus características, el precio, si están en promoción o no y de que tipo de promoción se trata, o si se trata de periodos especiales de ventas, rebajas, saldos o liquidaciones. Exhibir la información de los servicios adicionales a disposición del cliente, tarifas, plazos y funcionamiento. Anunciar las diferentes formas de pago de forma visible. Tener un especial cuidado del etiquetado de los productos.
3. Mantener una relación de confianza continuada con el cliente, entregándole un comprobante de compra en todos los casos: tiques, facturas o recibos. Dar información del funcionamiento de los productos, de sus garantías, en su caso, y de si se admiten devoluciones o cambios, y de la disposición de hojas de reclamaciones por si el cliente no ha quedado satisfecho con el servicio ofrecido.
4. Promover la resolución de los conflictos entre los clientes y los comerciantes a través de las organizaciones de consumidores, así como de las OMICs y las Juntas Arbitrales de Consumo.
5. Cumplir la normativa legal tanto en lo referente a la contratación laboral de los trabajadores según convenio, como en los ámbitos fiscales, mercantiles, de seguridad e higiene, prevención de riesgos laborales, protección de datos, horarios comerciales, etc.
6. Practicar la formación continua del personal dedicado al comercio con programas formativos y también sumarse a campañas educativas como las de consumo responsable y sostenible.
Luchar por el reconocimiento y la potenciación del prestigio social de la profesión de comerciante.
7. Colaborar en la mejora del paisaje urbano, cuidando la imagen externa del establecimiento (aceras, rótulos, fachada, escaparates) y facilitar el acceso a las personas que tienen problemas de movilidad.
8. Cuidar el medio ambiente. Velar por los aspectos medioambientales con la gestión sostenible de residuos, envases y embalajes. Seguir los sistemas de recogida selectiva y de recogida comercial y adoptar medidas de ahorro de agua y de energía.
9. Implicarse, en la medida de las posibilidades de cada uno, en la cooperación empresarial y participar en las iniciativas colectivas para incrementar la competitividad de los comerciantes y la adaptación a las necesidades de los clientes, con medidas de innovación, calidad y con las nuevas tecnologías. Realizar esta cooperación a través de los gremios, asociaciones de comerciantes, ejes comerciales y mercados municipales.
10. Tener una gran responsabilidad social y cívica y practicarla participando en las actividades cívicas, sociales y culturales del barrio, ciudad o población, tanto a título individual como a través del gremio o asociación de comerciantes que le representa. Trabajar a favor de un comercio comprometido con el entorno de la ciudad o población.