Más de 1.000 mujeres australianas han ganado la demanda colectiva contra la farmacéutica Johnson & Johnson por un implante vaginal defectuoso. La malla pélvica comercializada por la multinacional provocaba problemas de incontinencia urinaria, dolor severo crónico o relaciones sexuales dolorosas.
Tras un proceso legal de siete años, el Tribunal Federal Australiano ha establecido que tanto Johnson & Johnson como su filial Ethicon actuaron de forma negligente ya que conocían la gravedad de los riesgos que suponía este implante. La jueza que ha llevado el caso ha fijado la siguiente audiencia en febrero para evaluar los daños provocados y establecer la cuantía de la indemnización. Ahora, las empresas tienen la posibilidad de apelar la decisión.
El periódico La Vanguardia ha dado a conocer que la farmacéutica intentó impedir que Haute Autorité de Santé, regulador de salud francés, publicara dos años después de que se empezaran a comercializar en Australia un informe advirtiendo del peligro que suponía el uso de estas mallas pélvicas
No es la primera demanda a la que hace frente Johnson & Johnson por esta cuestión ya que, según El Mundo, pacientes de Estados Unidos, Canadá y Europa ya denunciaron a la compañía por estos implantes. La farmacéutica acordó pagar más de 100 millones de euros para resolver reclamaciones en Estados Unidos.
Pese a que se prohibió su comercialización en 2017, este producto se estuvo vendiendo en Australia durante más de 10 años, afirma El Mundo.