Desde este mes de febrero, los españoles gozamos de un número, que no es para nada secreto, pero que sí es confidencial y gratuito, para poder llamar desde las 9 de la mañana a las 21 de la noche, fines de semanas incluidos. Y ese 017 lo ha puesto en marcha el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (Incibe), dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital a través de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial. Este número se encuentra a disposición de empresas y ciudadanos en particular, además de padres, madres, menores y educadores en particular.
Por desgracia, la ciberseguridad es una de las materias más desconocidas en la actualidad, no en cuanto a su necesidad, pero sí en cuanto a su contenido o a las actuaciones que implica. Cualquier individuo 2.0 conoce al dedillo cuáles son las apps que necesita tener instaladas en su móvil para poder estar conectado con internet y con lo último que se pueda cocer en la red de redes. Sin embargo, esos mismos individuos desconocen cuáles son las garantías que deben imponer en sus dispositivos informáticos con el fin de evitar cualquier tipo de brecha de seguridad. Y es que cuando escuchamos que nuestro ordenador debe de disponer de un tipo de contraseña, hay quien todavía sigue pensando en poner "1234" o "password". Si escuchamos que la contraseña tiene que ser fuerte, nos ronda por la cabeza establecer "Batman", "Popeye" o "Superman", y si pensamos que tiene que ser secreta, más de uno opta por introducir el "007".
La normativa no nos indica expresamente qué tipo de contraseña ha de ser la que utilicemos en nuestros dispositivos electrónicos. Nos señala que debemos aplicar una seguridad adecuada a nuestros ordenadores, tablets, teléfonos y a cualquier servicio que utilicemos de internet como correo electrónico, páginas web con registro de usuario o servicios en la nube.
Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el propósito último de la ciberseguridad es garantizar que se alcancen las condiciones de seguridad óptimas en los activos de las organizaciones y de los usuarios frente a los riesgos de seguridad propios del ciberespacio. Para ello, la ciberseguridad se apoya en tres patas fundamentales: la confidencialidad, la integridad y a disponibilidad.
- La confidencialidad significa que la información no puede divulgarse a personas, entidades o dispositivos no autorizados.
- La integridad requiere que la información esté protegida frente a alteraciones o destrucciones no deseadas.
- La disponibilidad implica que la información esté siempre disponible para el usuario autorizado.
Estos tres ejes de la ciberseguridad ya se recogen en las medidas de seguridad relacionadas con la protección de datos pero, en muchas ocasiones, ni las organizaciones ni los ciudadanos tienen conocimiento de las mismas.
Mientras que las empresas y las organizaciones están obligadas por normativa a demostrar que pueden cumplir con estas medidas, el ciudadano medio no suele tener ni pajolera idea de lo que puede implicar disponer de una contraseña segura. Y es algo tan sencillo como disponer de ocho caracteres alfanuméricos (es decir, una contraseña de ocho dígitos donde se mezclen números y letras, y si además se coloca alguna mayúscula pues mejor que mejor).
Precisamente, el Incibe se dedica a difundir la necesidad de la ciberseguridad en nuestras vidas y ahora ofrece ese 017 para dudas o consultas sobre ciberseguridad, privacidad, confianza digital, uso seguro y responsable de internet y de la tecnología, bajo un número gratuito, más sencillo de recordar y usar que el que se utilizaba anteriormente. Si te piratean el móvil o el WhatsApp, ya tienes un número de teléfono al que dirigirte, y donde un agente podrá atender tus lloros, consultas, e incluso podrá salvarte la vida (digital).
Además, no hace falta recordar que progenitores y docentes están muy, pero que muy faltos de ayuda y sensibilización a la hora de combatir el grooming, el sexting o cualquier forma de acoso digital en el ámbito escolar, por lo que para ellos puede ser una herramienta muy útil a la hora de conseguir ayuda e indicaciones de los pasos que tienen que llevar a cabo para evitar situaciones desagradables que puedan perjudicar la especial protección que merece cualquier menor.
Guardad el 017 en vuestra agenda telefónica o en vuestra memoria, que luego cuando ocurre una incidencia, no sabemos a quién llamar. Eso sí, ni el agente que te va a atender ni el número de teléfono es el 007, pero tienes licencia (gratuita) y, sobre todo, derecho a poder llamar, informarte y no poner excusas a cuidar la ciberseguridad de tu vida digital.
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Jesús Acevedo es abogado y mediador.