Las placas solares se han convertido en una de las alternativas renovables más utilizadas en los hogares españoles. Desde 2019 el Gobierno de España reguló el autoconsumo acabando con el impuesto al sol.
Ahora, la energía que produzcas y no consumas, que se volcará a la red eléctrica, se compensará en tu factura. Es decir, que los kilovatios hora que vuelques a la red se restarán de los que consumas.
Las instalaciones de placas solares fotovoltaicas, es decir, las que producen energía eléctrica, son ahora mucho más económicas que hace años. En un hogar de consumo medio, la inversión en instalar esta energía limpia se suele amortizar en menos de cinco años.
La posibilidad de instalar placas fotovoltaicas no es exclusiva de hogares unifamiliares. La normativa permite también que las comunidades de vecinos que viven en un piso puedan ponerse de acuerdo para usar la azotea o los tejados comunes para producir su propia energía eléctrica.
Otro gran beneficio de los paneles fotovoltaicos, además del gran ahorro en tu factura, es que a diferencia de otras fuentes de producción energética, no genera emisiones contaminantes, reduciendo a cero nuestra emisión de gases de efecto invernadero.
A diferencia de los generadores de energía eléctrica convencionales, la energía solar no genera ningún tipo de ruido, contribuyendo también a la reducción de contaminación acústica de las ciudades.
Este vídeo forma parte de una campaña de FACUA Andalucía financiada por la Dirección General de Consumo de la Consejería de Salud.