La Fiscalía de Fráncfort (Alemania) investiga a Stellantis por un posible fraude con los motores empleados en los coches SUV de las marcas Mitsubishi, Peugeot y Citroën. El caso se centra en los dispositivos de control que el fabricante de piezas Continental suministró a Stellantis y que, al parecer, estaban manipulados.
Según informa el semanario Wirtschaftswoche, el caso está relacionado con las pesquisas de la fiscalía respecto a dos empleados de Continental. Al parecer, estos tuvieron conocimiento en 2015 de que una filial del fabricante estaba suministrando dispositivos de control de motores con software manipulado a Mitsubishi.
Esta no es la primera vez que se investiga a la industria automovilística por la manipulación del software de control de motores. En septiembre de 2015, las autoridades medioambientales de Estados Unidos acusaron al grupo Volkswagen de manipular las emisiones de distintos motores diésel con el objetivo de cumplir los límites de contaminación.
Según la investigación, este software hacía que los motores diésel emitiesen unos niveles de polución muy por debajo del límite cuando se encontraban en un banco de pruebas. Sin embargo, en carretera la contaminación era mucho mayor.