FACUA Sevilla ha lamentado que el Ayuntamiento de la ciudad anuncie la puesta en marcha de una nueva convocatoria del Bono Sevilla, con un presupuesto de un millón de euros hasta final de año, de manera unilateral y sin atender a las aportaciones para mejorarlo que la asociación ha planteado.
En un contexto marcado por la campaña electoral, el alcalde Antonio Muñoz ha informado este lunes de la apertura de una nueva convocatoria del Bono Sevilla con una dotación de 500.000 euros, a la que se sumará la siguiente, coincidiendo con la campaña de Navidad, también con medio millón de euros.
FACUA Sevilla ha lamentado que el Ayuntamiento actúe sin reconocer su derecho de participación de en las políticas de comercio que afectan a los consumidores, en concordancia con el mandato constitucional, y que hayan tenido noticias de esta convocatoria a través de la prensa, lo que evidencia la escasa apuesta por la participación ciudadana por parte del Gobierno Municipal.
Previamente a esta convocatoria, FACUA Sevilla había reiterado por escrito algunas propuestas que trasladó al Ayuntamiento el pasado 16 de septiembre, y de las que no ha recibido respuestas. La organización ha reprobado la falta de interlocución del consistorio antes de lanzar nuevas convocatorias "ya que no podemos obviar que somos un agente clave en las relaciones de comercio, en tanto en cuanto, no cabe una relación comercial si no existe un consumidor que propicie el acto de consumo".
FACUA Sevilla ha recordado al primer edil que le han remitido a la candidatura por la que concurre a las Elecciones Municipales del 28 de mayo una serie de propuestas con vocación de que puedan incluirlas en el programa electoral, entre las que se incluyen un bloque referenciado al comercio, de las que tampoco han obtenido respuesta alguna.
Tarjeta monedero
FACUA ha defendido que el Bono Sevilla no debe forzar al consumidor a gastar una cantidad concreta para poder disfrutar de los descuentos, sino que debe facilitarle -en un contexto de crisis económica- que gaste lo necesario, de forma que la medida le suponga una ayuda para hacer frente a sus necesidades básicas, encauzando ese gasto hacia el pequeño comercio, que con dificultad puede competir frente a las grandes superficies.
La asociación ha puesto en valor experiencias de otras ciudades donde existen estas medidas. El Ayuntamiento de Valencia, la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Orense tienen en marcha iniciativas por las que los consumidores adquieren una tarjeta monedero, con formato prepago, con o sin aportación por parte del consumidor, dependiendo del Ayuntamiento o Generalitat, con la cual puede gastarse entre distintos comercios locales, con la finalidad de mitigar el efecto de la inflación tanto en los consumidores, como en el pequeño comercio.
Entre las disfunciones del Bono Sevilla, la asociación ha recalcado que el bono "se debe utilizar en una única compra, y la llegada de la fecha de prescripción del bono podría generar compras innecesarias que únicamente van a perjudicar al bolsillo del consumidor que asumirá un gasto de 30 € como mal menor ante la opción de perder el bono de 50 euros", lo que a juicio de la asociación da lugar a la paradoja "de que con dinero público estamos subvencionado compras innecesarias, mientras que perdemos la oportunidad de ayudar ante elementos básicos".
Otro punto controvertido, ha destacado FACUA Sevilla, es la no devolución de los bonos no utilizados. "Entendemos que se debe establecer un periodo en el cual el consumidor pueda canjear el importe pendiente de su bono, ya que en caso contrario estaríamos generando una situación de enriquecimiento injusto por parte de la administración", han defendido.