Bruselas alerta de que un tercio de las luces navideñas que se venden en la UE son peligrosas

Más del 40% de estos adornos defectuosos proceden de importaciones de China.

La comisaria de Protección al Consumidor, Meglena Kuneva, alertó este miércoles de la necesidad de "reforzar los controles" de seguridad que se realizan a las luces navideñas.

Según un estudio realizado por Bruselas, el 30% de las que se comercializan en la Unión Europea son peligrosas por el riesgo de incendios o de descargas eléctricas.

"Pedimos a los países que refuercen la vigilancia antes de Navidad para evitar daños", insistió la comisaria, en una rueda de prensa en la que pidió a los consumidores que adquieran los adornos luminosos en "comercios fiables y seguros" y que sigan consejos prácticos como no dejar las luces encendidas toda la noche o no utilizarlas si tienen algún problema eléctrico.

Con todo, Kuneva advirtió de que "a primera vista no se puede detectar" qué luces son seguras y cuáles no y por eso reiteró que "es un cometido de las autoridades de vigilancia" garantizar que los productos a la venta cumplen las normas comunitarias. También hay que supervisar especialmente las importaciones, no en vano, el "41% de las luces defectuosas vienen de China".

"La UE hace un llamamiento a todos los Estados miembros y a todas las empresas para que refuercen los controles y ver si (las luces) cumplen las normas", declaró Kuneva.

Sólo cinco de los veintisiete Estados miembros aceptaron participar en el estudio que ha permitido a las Comisión publicar estos datos, sin embargo, la comisaria Kuneva dijo que las cifras han de ser una "señal de alarma" para el resto de países comunitarios porque forman parte del mismo mercado interior.

El estudio se llevó a cabo durante dos años en Hungría, Alemania, Eslovaquia, Eslovenia y Países Bajos. Se realizaron ensayos sobre 196 muestras aleatorias de luces de Navidad en toda la gama de precios entre noviembre de 2007 y mayo de 2009.

La mayoría de los problemas detectados se consideran "graves" y tiene que ver con el "incumplimiento de exigencias técnicas de seguridad" relacionadas con la fabricación, por ejemplo, de clavijas, cableado, aislamiento y protección contra descargas eléctricas.

En un 40% los problemas se consideraron "menos graves" por ser deficiencias que no ponen en riesgo la seguridad del usuario.

En concreto, el 25% de las guirnaldas luminosas no superaron las pruebas de seguridad del anclaje de los cables; el 23% de las luces tenían un cableado demasiado fino para las corrientes eléctricas que transporta, lo que aumenta el riesgo de calentamiento e incendio; y el 28% de los cables puestos a prueba tampoco superaron el test.

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