Una investigación realizada por dos ONG sobre las condiciones laborales de los trabajadores chinos revela el impactante coste humano que supone la producción de iPhones y iPads. El informe ofrece una imagen detallada de la vida de los 50.000 operarios de las plantas de Shenzhen y Chengdu propiedad de Foxconn, encargadas de generar millones de productos para Apple cada año.
Turnos semanales de hasta 98 horas o la obligación de trabajar casi dos semanas sin días libres son algunas de las denuncias expuestas por los operarios entrevistados por el Centro de Investigaciones sobre Multinacionales, y Estudiantes y Académicos contra Irrupciones Corporativas (Sacom). Según publica el rotativo británico The Guardian, los trabajadores incluso estaban obligados a firmar una cláusula anti-suicidio debido a la oleada de muertes que se dio el pasado verano.
Entre las denuncias formuladas por los trabajadores, que son tratados "de forma inhumana, como máquinas", los entrevistados hablan de jornadas por encima de las 36 horas establecidas legalmente, y ponen de ejemplo el caso de un asalariado que tuvo que permanecer en su puesto 98 horas en una sola semana. La demanda occidental de iPads provocó que los empleados encargados de su fabricación tuvieran que trabajar hasta 13 días seguidos sin ningún día de descanso.
Foxconn comenzó a producir el artículo estrella de Apple por primera vez en Chengdu el pasado noviembre, y espera alcanzar los cien millones en 2013. Sólo el pasado año, la compañía vendió más de cinco millones de iPads en todo el mundo, y acumula unas ventas de quince millones de tabletas digitales.
El estudio asegura también que en algunas plantas los empleados son humillados delante de sus compañeros. Fuera del horario de trabajo, la situación no aparenta ser mucho mejor: los trabajadores se hospedan en habitaciones donde se acumulan hasta veinticuatro de ellos, sometidos a estrictas normas. Uno de ellos contó a los investigadores que llegó a firmar una "carta de confesión" tras usar ilícitamente un secador de pelo. El escrito decía: "Es mi culpa. No volveré a secarme el pelo en mi habitación. He hecho algo mal. No volveré a hacerlo".
Según el gerente de Foxconn, Louis Woo, las horas extra utilizadas para cubrir las peticiones de productos de los consumidores occidentes eran voluntarias. Sin embargo, los encuestados aseguran que su paga mensual era de sólo 1.350 yuanes chinos (unos 140 euros) para aquellos sometidos a las 48 horas semanales, es decir, 73 céntimos de euro por hora de trabajo. Respecto a los suicidios, Woo niega que se deban a las malas condiciones de trabajo, y lo achaca a un "efecto copia".
En un comunicado, Apple asegura que tiene "el compromiso de garantizar los más altos estándares de responsabilidad social" en su base de proveedores por medio de un programa de "vigilancia rigurosa" que incluye auditorías de la fábrica, plan de acción correctiva y medidas de verificación.