A mi padre, un luchador ejemplar.
Este libro está basado en hechos reales. Todos los nombres y marcas comerciales que aparecen en él coinciden con los de sus protagonistas. Las conversaciones telefónicas y en redes sociales que reproduce son experiencias personales del autor o inspiradas en fraudes auténticos sufridos por consumidores. Ningún timador fue herido durante su redacción.
INTRODUCCIÓN
¿Por qué lo llaman democracia cuando deberían decir timocracia?
El mundo en el que vivimos se parece mucho al de la película de culto de 1998 Dark City1, una pequeña joya mitad cine negro, mitad pesadilla de ciencia ficción. La trama transcurre en una ciudad de la que todo el mundo cree que tiene libertad para salir, aunque en realidad nadie lo ha intentado. En ella, una sociedad secreta denominada Los Ocultos ejerce su poder desde las sombras experimentando con sus habitantes y usándolos como marionetas. Sus recuerdos, sus deseos, sus decisiones... son en buena parte fruto de la manipulación de la que están siendo objeto durante todas sus vidas sin saberlo.
Muchos de los personajes de la historia despiertan cada día con una nueva identidad: el portero del hotel pasa a estar al frente de un quiosco de prensa, un solitario asesino se convierte en un hombre de familia... Algunos de los protagonistas de la vida política, social y económica española en las últimas tres décadas parecen salidos del filme, aunque la diferencia es que a ellos les dejaron elegir sus papeles. Pedro Solbes pasó de ser vicepresidente del Gobierno y visionario -"la burbuja no va a pinchar", predijo en 2007- a consejero de Enel, la energética italiana que compró Endesa con la ayuda del ministro socialista. Gerardo Díaz Ferrán dejó de presidir la organización filantrópica CEOE para convertirse en convicto. La aclamada estrella internacional de la canción Ramoncín dejó de actuar en solitario para ser la voz de una banda dedicada a recaudar impuestos2 en bodas3, bautizos y comuniones... De todos ellos, Rodrigo Rato es posiblemente quien haya interpretado la más larga y variopinta lista de papeles: "mejor ministro de Economía de la democracia" -José María Aznar dixit-, vicepresidente del Gobierno, director gerente del Fondo Monetario Internacional, director de dos de los bancos que han llevado a España a la ruina -primero Caja Madrid y después Bankia-, consejero de Telefónica para América Latina y Europa, diseñador de un complejo entramado empresarial con ramificaciones en paraísos fiscales y sospechoso de delito societario, blanqueo de capitales, fraude fiscal, alzamiento de bienes y apropiación indebida. Y todo eso sin que le hayan dado ni una triste nominación al Goya.
En una sociedad donde tantos políticos gobiernan siendo auténticos cómplices de aquéllos que cometen los mayores abusos, donde quienes realmente tienen el poder son los multimillonarios que dominan las grandes empresas, donde los timos se cometen con absoluta impunidad, debemos preguntarnos por qué lo llaman democracia cuando deberían decir timocracia.
Timocracia procede del griego timokratía (τιμοκρατία) y es, según la definición que le da el Diccionario de la lengua española4, el "gobierno en que ejercen el poder los ciudadanos que tienen cierto nivel de renta". Platón, el autor del texto más antiguo en el que se encuentra la palabra timocracia, señalaba en su obra La República que ésta tenía entre sus fundamentos la búsqueda del honor. Y es que el término deriva de las palabras griegas timé (τιμη), que significa honor, y krátia (κρατια), gobierno. Aunque los filósofos griegos concebían la timocracia como una forma de gobierno que derivaba en corrupción dado el enorme amor por el dinero de los que tenían el poder, lo cierto es que el significado que hoy nos evoca el término va más allá del que tenía en sus orígenes. Timo es la "acción o efecto de timar", cuyas dos primeras acepciones en el diccionario de la RAE son "quitar o hurtar con engaño" y "engañar a alguien con promesas o esperanzas".
Este libro pretende ser una guía de supervivencia por el oscuro mundo del fraude y una cura de desintoxicación para quienes viven narcotizados por las mentiras con las que nos manipulan gobiernos y corporaciones -esto me ha quedado un poquito pedante, lo sé, pero me mola mucho la palabra narcotizados-.
Con Timocracia también intentaré ayudarte a ahorrar. Quizás no alcances el nivel experto del exministro offshore José Manuel Soria, capaz de encontrar una suite presidencial con mayordomo privado y dos jacuzzis en un lujoso hotel de Punta Cana por sólo 70 euros al día5, cuando al común de los mortales nos cobrarían casi veinte veces más. Pero seguro que durante este viaje por 300 trampas con las que empresas y gobiernos nos toman el pelo a los consumidores te harás con una buena colección de armas no sólo para defenderte de los fraudes, sino para que pases al contraataque.
__________
1 Dark City (EEUU, 1998), dirigida por Alex Proyas.
__________
>> Siguiente capítulo: LIBERALIZACIONES TRAMPA