FACUA-Consumidores en Acción considera insuficiente el acuerdo alcanzado por el PP y Ciudadanos para rebajar el IVA de los espectáculos culturales en vivo al 10% y exige al Gobierno que aplique el mismo criterio para el caso del cine, que seguirá gravado con el 21%.
El acuerdo entre PP y Ciudadanos despeja el camino para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, a cuyo proyecto de ley dará el Consejo de Ministros vía libre este viernes. Pero en ese acuerdo, el cine se ha quedado fuera, ya que la rebaja se aplicará únicamente a los espectáculos en directo: conciertos, representaciones de teatro y danza y las corridas de toros, tal y como ya acordaron en agosto estas dos formaciones políticas, en el documento titulado 150 compromisos para mejorar España.
El acuerdo alcanzado por el PP y Ciudadanos no afecta ni al cine, cuyo IVA seguirá en el 21%, ni tampoco a las galerías de arte y el libro, que ya están gravadas con tipos reducidos de IVA del 10% y el 4%, respectivamente.
FACUA recuerda que hace cuatro años y medio, en septiembre de 2012, el Gobierno decidió subir el IVA que gravaba la cultura del 8% al 21%, lo que afectó por igual a los espectáculos en directo y al cine. La asociación no entiende muy bien por qué el Gobierno decide excluir de esta medida para reducir el IVA de la cultura al cine y considera que los principales perjudicados van a ser nuevamente los usuarios.
"Nos preguntamos qué le pasa a este Gobierno con el cine y por qué tiene ese extraño interés en mantener el castigo que impuso en 2012 a los empresarios, los trabajadores del sector y a los espectadores con la subida del IVA del 8 al 21%", señala el portavoz de FACUA, Rubén Sánchez. "El Ejecutivo debería explicar cuáles son los motivos por los que considera más importante bajar el precio de la entrada a una plaza de toros que a una sala de cine".
El último anuario de la SGAE demuestra que entre 2012, antes de la subida del IVA cultural, y 2015, el dato más cercano disponible, todos los sectores culturales han visto reducidas sus cifras, en parte a causa de un IVA que obligaba a encarecer las entradas para intentar mantener los niveles de ingresos.