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FACUA.org - España - 30 de junio de 2022

Juan Ramos: "La emergencia climática es una evidencia científica sólida"

El portavoz de la asociación Movimiento Infoca desvela el maltrato laboral que sufren los bomberos forestales, la labor que desempeñan en monstruosos incendios y cómo hacer política desde los destacamentos.

Juan Ramos (Sevilla, 1988) es bombero forestal especialista de Infoca y portavoz de la asociación Movimiento Infoca, además de afiliado al Sindicato de Comisiones de Base. Licenciado en Ciencias Ambientales, Máster en Aspectos Humanos y Socioeconómicos del Medioambiente, Técnico Superior en Gestión Forestal y del Medio Natural son algunos de los estudios que copan su dilatada trayectoria académica. Ha escrito artículos en varias publicaciones y revistas como Marxismo Vivo, Correo Internacional o Viento Sur.

Humilde ambientólogo engullido por la precariedad laboral y con una fortaleza política envidiable. Sindicalista desde bien joven y acérrimo defensor del monte, así como amante del rap. Es una persona planificadora, luchadora y un referente para muchos activistas de su ciudad. Podríamos decir de él muchas cosas, pero resalta su cercanía, su compromiso social, y sus conocimientos sobre Siria, la revolución española de 1936 o el medio ambiente.

Se te caracteriza por tus inquietudes políticas y sociales, reflejadas en la participación en distintas plataformas y colectivos. Quien bien te conoce sabe que eres polifacético y que no puedes parar quieto. Has sido activista en el movimiento estudiantil, en la lucha sindical y ahora te vemos apagando fuegos con tus compañeros. ¿Cómo llega un licenciado en Ciencias Ambientales a ser bombero forestal?

Por vocación. Para la mayor parte de las personas, el trabajo es un trámite más o menos desagradable por el que tienen que pasar para sobrevivir. Yo tengo la suerte de ganarme la vida con algo que me llena y en lo que creo que aporto algo positivo; en este caso, la defensa de nuestro nuestro patrimonio natural y de la seguridad de la población rural frente a los incendios y otras emergencias ambientales.

¿Crees que hay un elemento común entre todas las causas de las que formas parte?

La generación de mis padres creció en un contexto de progreso. Aunque hubiera mucho por arreglar, el mundo iba mejorando poco a poco. Pero la historia no es de dirección única, creo que nuestro contexto ahora es el contrario. Ecológica y socialmente vamos para atrás. En el fondo, veo un sistema capitalista destructivo, que pone el beneficio privado de una ínfima minoría por encima de cualquier otra consideración.

Eres aficionado a la fotografía de animales y, en la medida de lo posible, a pasar tus días libres disfrutando de la naturaleza. ¿Cómo surge esta pasión?

Creo que casi todas las personas sentimos afinidad por la naturaleza. Pero nuestras circunstancias de vida, urbana y estresada para la mayoría, nos convierten en analfabetos ambientales. Yo he tenido la suerte de poder trabajar en el medio rural, y gracias a ello poder reconectar, aunque sea un poco, con el medio ambiente. Pasé años y años por el Parque Miraflores de Sevilla ciudad sin ser capaz de darme cuenta que allí habitan al menos cinco especies de rapaces. Como quien aprende a leer de mayor, ahora disfruto de ir descubriendo la naturaleza que antes no era capaz de ver.

Para muchos, vuestro trabajo es considerado uno de los más arriesgados y peligrosos. Literalmente os jugáis la vida. ¿Cómo se vive esa inquietud e incertidumbre día a día?

Como en cualquier otro trabajo que comporte riesgos, que son muchos: con normalidad. Afortunadamente, no cada día nos enfrentamos a situaciones extremas. Y cuando ocurren, tratamos de trabajar con las mejores condiciones de seguridad posible. Los medios de comunicación abusan de llamarnos "héroes", un adjetivo que no me gusta, porque no es real. Si depende de nuestro "heroísmo", es que algo se está haciendo muy mal. Se trata de tener condiciones laborales que permitan la preparación profesionalizada adecuada para un trabajo tan exigente como el nuestro.

Concretamente, ¿qué situación laboral atraviesa tu gremio? ¿Qué implica ser un bombero eventual?

Ya no somos eventuales, sino interinos por vacante, aunque la realidad es básicamente similar. Somos temporeros del fuego. Trabajamos por campañas de alto riesgo de incendio, sólo durante los meses de verano. Eso nos impide esa preparación profesional que acabo de mencionar, ya que durante la mayor parte del año nos ganamos la vida como podemos en cualquier otro trabajo, y aterrizamos directamente a la época de mayor concentración de incendios. Esto implica que se pierdan buena parte de las labores preventivas y de gestión forestal que se deberían realizar a fondo durante las épocas de riesgo bajo. En un contexto de cambio climático y abandono del medio rural, esa gestión es la mejor vía para abordar la nueva realidad emergente de los incendios forestales, cada vez más virulentos y difíciles de controlar.

El pasado 13 de junio estuviste con tus compañeros en la puerta de Canal Sur para explicarle amablemente vuestra situación a los candidatos de las elecciones a la presidencia de la Junta de Andalucía. Os llaman héroes durante el año y se hacen fotos con vosotros pero consideras que "no son capaces de cumplir la legislación laboral". ¿Crees que recibís poco reconocimiento institucional?

Recibimos muchos mensajes de ánimo, pero pocas realidades. La responsabilidad de los gobiernos no es echarse fotos con nosotros, sino aprobar el estatuto del bombero forestal, estabilizar y profesionalizar las plantillas, reforzar las labores de gestión forestal…Lamentablemente, con algunas excepciones, estas reivindicaciones siguen pendientes en muchos dispositivos de bomberos forestales.

En Castilla y León los bomberos han reclamado dimisiones por la gestión del incendio de Sierra de la Culebra en Zamora. ¿Son suficientes las políticas llevadas a cabo por las distintas administraciones?

Este es un caso paradigmático y especialmente sangrante por las graves consecuencias. El de Castilla y León es un dispositivo fuertemente privatizado, con unas condiciones laborales penosas, con sólo 3 meses de activación plena... En esas condiciones es imposible, a pesar del gigantesco esfuerzo de los compañeros y compañeras. Si no conseguimos dispositivos públicos y al 100% todo el año, este tipo de situaciones (y peores) serán recurrentes.

Este mes, adelantándose al verano, se han registrado temperaturas más altas de la media para estas fechas. Los ventiladores y las botellas de agua se han convertido en fieles aliados en varias ciudades de la Península. ¿Estamos realmente ante una situación de alerta climática o se trata de una ola de calor aislada?

Esto ya no es ningún debate. La emergencia climática es una evidencia científica sólida. Ya no es una amenaza para el futuro, es una realidad palpable. Uno de los terrenos en el que lo notamos claramente son los incendios forestales. El debate ahora es hasta qué punto seremos capaces de amortiguar el impacto y adaptarnos al nuevo contexto climático. La naturaleza, con mayores o menores pérdidas, terminará evolucionando hacia nuevos equilibrios, como siempre lo hizo. La cuestión es humana, y específicamente de clase social. Las poblaciones pobres, quienes menos responsabilidad tienen precisamente, van a quedar atrapadas al no tener recursos para adaptarse o huir de las consecuencias.

En varias entrevistas, afirmas que la integridad del monte está en peligro. ¿Qué importancia tiene y qué posibles soluciones hay para revertir este escenario?

El monte, tal y como lo conocemos, está amenazado. Por el cambio climático, pero no sólo. En nuestro contexto, el medio natural está modelado por los aprovechamientos humanos. El abandono del medio rural y sus actividades económicas tradicionales no producen inmediatamente bosques maduros y en equilibrio, sino que crea polvorines dispuestos a arder de manera explosiva. Lo que es una evidente amenaza ecológica, económica y a la seguridad. Necesitamos gestión forestal pública, legislación para obligar a la gestión forestal privada y recuperar aprovechamientos forestales sostenibles, ecológica y económicamente hablando. Eso marca la diferencia entre un incendio pequeño, con el que nos hacemos rápidamente, y un incendio catastrófico.

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Los tres de… Juan Ramos

Tres películas / series: Tierra y Libertad, de Ken Loach, Wildmed, el último bosque mediterráneo, de Arturo Menor y La vida en llamas, de David Beriain.

Tres programas de televisión / radio: Sobredosis de Soma, en Radio Almaina, Mundo Sostenible, en Radiolavide y Dalepunki dale en Sol y Rabia radio.

Tres canciones: Keep on keepin on, de The Redskins, Loa a la dialéctica, de Puagh y Lo que no voy a decir, de Subverso.

Tres libros: El Manifiesto del Partido Comunista, de Karl Marx y Friedrich Engels, En la espiral de la energía, de Ramón Fernández Durán y Luis González y Mi guía de aves de España, de SEO/BirdLife.

Tres referentes: José Buenaventura Durruti, Félix Rodríguez de la Fuente y Jorge Riechmann.

Tres momentos históricos: La revolución social de 1936 en España, la reintroducción del lobo en Yellowstone y el descubrimiento de la penicilina.

Tres lugares para visitar: La casa museo de León Trotski, la sierra de la Culebra en Zamora y la sierra de Andújar.

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Imanol Beristain es periodista y miembro del equipo de redacción de Consumerismo.