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FACUA.org - España - 27 de diciembre de 2019

Manuel Burque: "Nadie se hace a sí mismo, es una falacia del capitalismo, tiene mucho que ver tu origen"

Radio Gaga, El Intermedio, 'Vida perfecta' o Buenismo bien son sólo algunos espacios de ficción y realidad en los que es posible reconocer a este gallego que elige definirse, sobre todo, como guionista.

Pelirrojo, canario de nacimiento pero gallego de corazón, el de Manuel Burque Hodgson (Santa Cruz de Tenerife, 1980) es un rostro familiar por sus diferentes trabajos como actor, guionista, cómico y co-presentador de la radio, entre otras facetas. Su trayectoria le ha hecho desde representar a un reportero "de extremo centro" en El Intermedio (ahora reconvertido en cazador de bulos) a co-presentar un programa de radio en el que el periodista Francisco Marhuenda y el politólogo co-fundador de Podemos Juan Carlos Monedero se entendieron tan bien que terminaron cantando juntos canciones del músico chileno Víctor Jara, asesinado por Pinochet. De palabra fácil, Burque se siente cómodo en la comedia, aunque en algunos momentos de su carrera hubiese preferido hacer drama pero, sobre todo, contar cosas importantes. En conversación telefónica con Consumerismo, se muestra abierto y no rehúye ningún tema, y aboga, sobre todas las cosas, por el entendimiento y la comunicación aunque, confiesa, el auge de Vox le está complicando el esfuerzo.

Actor, guionista, cómico, autor teatral, co-presentador de radio… Cuando te preguntan a qué te dedicas, ¿qué respondes? ¿Con qué faceta te sientes más identificado?

Yo siempre que me preguntan digo que soy guionista. Es la faceta con la que estoy más seguro y la que siento que es mi profesión principal, con la que piso sobre seguro. Como si fuese arquitecto pero luego tuviese un grupo de música.

Uno de tus trabajos actuales es como reportero de extremo centro en El Intermedio (programa actualmente en emisión en La Sexta)…

Ahora ha mutado, ahora es El tragabulos. Sigue siendo el mismo personaje pero como ya habíamos tratado todos los temas del espectro que puede criticar la ultraderecha o que puede poner sobre la mesa… Bueno, ha mutado varias veces, y ahora es directamente un tío que se cree todos los bulos de internet y va a intentar hablar con expertos y autoridades en la materia para convencerles de que están equivocados y ellos ahí le desacreditan y le desmontan los bulos.

¿Y tú participas en todo el proceso, también en el guión, etc, más allá de que eres quien representa la escena?

En esta fase los coordinadores de guión y yo tuvimos una reunión para ver cómo iba a evolucionar el personaje y yo les propuse lo de los bulos, que me parece un tema muy importante. La idea era dar voz a los expertos y que yo lo que haga sea parodiar las posturas de la derecha. Surge de intentar darle información a la gente de una forma cómica y proactiva de lo equivocado que están muchos bulos. Entre todos decidimos sobre qué temas los bulos eran muy dañinos y se decidió un calendario digamos temático. Luego a mí me mandan un guión con las preguntas, y yo, sobre eso, como es una entrevista, me dejo ir. Pero vamos, es un trabajo en equipo, ayer grabé, vino un guionista y su trabajo estaba muy bien hecho.

Lo que sí subrayo, como guionista, es el importante trabajo de los guionistas de El Intermedio, porque claro, las entradillas son suyas, yo sólo las interpreto. Yo lo que hago es que con las preguntas que me dan que son suyas improvisar y hacer comedia con lo que me dan los personajes, porque hay veces que te lanzan balones que tienes que rematar.

Y a lo largo de la existencia de este personaje, ¿has podido aprender algo de la gente de ultraderecha con la que te has ido encontrando?

De la gente de extrema derecha, bueno… Entrevisté a Ortega Smith cuando sólo le votaban 500 personas… No sé si soy responsable o no de lo que ha pasado después, de los 52 escaños en el Congreso. Fue una entrevista muy incómoda… Yo no sé qué pensaba él, que El intermedio tenía un periodista de derechas o yo qué sé, pero claro, a lo largo de la entrevista se empezó a dar cuenta de la realidad y fue muy incómodo, muy violento. No violento de violencia física, pero muy incómodo. Yo cuando empecé el personaje lo hice con este partido ultra que se llama Nosotros, catalán, y tenía a (Álvaro) Marichalar, Ortega Smith, etc, yo lo que descubría era que existía gente así. Que conste que Marichalar me parece un personaje más complejo que el resto, porque luego es un tío súper ecologista, o sea, tiene un cacao muy importante. Pero el resto me trasladó una serie de ideas extremas que luego han llegado a estar con 52 diputados en el Congreso y en aquel momento yo pensaba que no podía ser que hubiese gente que pensase así de extremo y cada día que hacíamos una entrevista era flipante.

Pues precisamente como guionista has trabajado en Vida Perfecta, una serie que se ha estrenado recientemente en Movistar+, que has co-escrito con Leticia Dolera, directora y protagonista. Me llama la atención que en todas las entrevistas de promoción que he leído que has hecho tienes que estar constantemente aclarando que no es una serie de mujeres, que aunque las protagonistas son mujeres que cuentan sus historias, no está hecha con la intención de que este sea su público mayoritario, sino para que la vea todo el mundo. Da la sensación de que las historias de mujeres no pudieran ser universales…

Esto es un tema súper complejo. Evidentemente la sociedad es machista, la sociedad capitalista en la que vivimos ha ofrecido ficción escrita por hombres, que eran los que tenían la oportunidad de escribir y crear y como tal vivían en una sociedad machista y daban su visión, y su visión era hombres viviendo en un mundo de hombres contando conflictos de hombres. Entonces, de repente tú haces un cambio y dices: No pues esto va de una mujer y de lo que le pasa a esa mujer. Y en general, los hombres que no han evolucionado, digamos, que no han cambiado, pues de repente dicen "ah, esto es para mujeres". Pero no es todo el mundo, claro, por suerte hay una buena parte de la sociedad que esto ya no lo ve así, pero sí que hay algunos que se han quedado estancados, por circunstancias, y no lo traducen bien, no piensan que esto pueda ser una ficción para todo el mundo. Por hacer una analogía gruesa y torpe, al igual que tú no conoces los entresijos de una comisaría, y de repente una ficción te los presenta y te interesan, porque no los conoces, aquí pasa lo mismo. El mundo femenino íntimo no se conoce, no se ha tratado mucho. Entonces, de repente es interesante verlo, conocerlo, no pasa nada porque descubras una cosa que sea de mujeres. Pero como hay gente que aún tiene ese click por eso hemos hecho mucho hincapié en que esta serie es para todo el mundo y que no tiene un sesgo de ser una serie para mujeres. Yo por lo menos no la he escrito así. Yo la he escrito desde la curiosidad, el interés y con el afán de entretener. O sea, por descubrir un mundo y que tú te entretengas y te diviertas con él.

O sea, que no es algo que tuvieseis presente mientras la escribíais, sino una cosa más de la promoción.

Claro, lo que teníamos presente mientras escribíamos es que Leticia tiene una serie de inquietudes, que yo comparto con ella, y yo me esfuerzo mucho por que esas inquietudes estén retratadas bien en la serie. Y me interesa porque me parecen nuevas, originales y frescas. Y no se piensa en ningún momento que eso vaya a encantar a las mujeres, porque sería falso.

Mientras preparabais la serie hubo una cierta polémica con una actriz, Aina Clotet, a la que se le había ofrecido uno de los papeles protagonistas y que denunció públicamente que se le había despedido por estar embarazada. En su momento distes tus explicaciones a través de un comunicado, y también Leticia lo ha hecho a posteriori, pero no sé ahora, a posteriori y una vez que la serie ha sido estrenada, cómo valoras aquello que pasó.

Yo por Aina Clotet no puedo hablar, pero yo lo que pienso es que es una cosa que se desmadró, que tenía una explicación muy sencilla, que en cuanto se ve la serie se entiende. Hay muchos periodistas que han pedido disculpas después de ver la serie, porque se entiende que una persona que iba a estar embarazada de hasta cinco o seis meses no podía hacer de la superwoman que está en la serie, es que no podía, porque además el sexo es muy importante en su trama. Y esto es una cosa que nos condiciona mucho a los actores, y yo también soy actor y lo sé, el físico nos condiciona nuestro trabajo y hay ciertos papeles que no se pueden hacer. Y en este caso el tema de los embarazos es muy delicado. Igual habría que encontrar recursos públicos para que cuando pase algo así la mujer esté protegida pero para que se le dé una compensación, no para forzar a todo un equipo creativo a hacer algo que no se puede hacer. Que se intentó y que no se pudo, no es que inmediatamente se descartase, porque hay otras películas que por vestuario o por realización o por lo que sea pueden integrar un embarazo, y hay veces que a lo mejor la persona es la protagonista y se retrasa todo el rodaje porque ella es ultra necesaria, porque es la ultra protagonista que le está dando viabilidad al proyecto.

En este caso yo creo que se desmadró por Leticia y por las ganas que le tenían, esa es mi opinión, porque esto ha pasado muchas veces y nadie ha gritado. Además, la mayor parte de los que odian a Leticia son de Vox, te lo digo en serio, y aprovecharon una grieta para entrar como si fuesen orcos en una guerra en El señor de los anillos. Yo creo que se desmadró y que ya está olvidado. La serie habla por sí misma, ganar Cannes ha sido muy importante, las cinco nominaciones a los Premios Feroz, no sé… Yo creo que está olvidado, que ahora se tiene que relajar el asunto un poco, pero nosotros estamos más tranquilos. Pero vamos, yo creo que se podía haber explicado en dos líneas, porque incluso si tú ves el equipo de rodaje, es que había tantas mujeres, es que es increíble. Esto lo dice ya mi comunicado, que la serie tiene tres directoras, la mitad del equipo técnico son mujeres, había cinco mujeres embarazadas en el rodaje…

Vida perfecta es una comedia, un género en el que te desenvuelves muy bien. ¿Crees que el humor que hacen las mujeres es diferente del que hacen los hombres? ¿Lo tuvisteis en cuenta al escribir la serie?

Bueno, a mí me gusta hacer un tipo de humor que coincide con lo que le gusta a Leticia. Yo hago muchos tipos de humor, porque hay muchas veces que trabajo por encargo y si tengo que hacer chistes, hago chistes, pero a mí me gusta el humor orgánico, que sale de personajes digamos con defectos muy claros que se meten en situaciones en las que no quieren meterse y que desde fuera se ve con humor. Esto es lo que a mí me gusta. Y a Leticia también, entonces, encontramos un camino para trabajar esto. Ahora bien, el humor hecho por mujeres lo que desde mi punto de vista tiene es frescura, porque tocan unos temas y desde unos ángulos que no se han tocado antes. Esto lo explica muy bien Henar Álvarez, y yo le cojo el argumento muchas veces. Ella dice: yo he leído sobre todo lo que le puede pasar a un hombre: un hombre que siente desamor, un hombre al que le han despedido, un hombre que siente odio, venganza… Todo. Todo. Ya no hay ningún ángulo masculino que no me sepa, porque he leído mucho y he visto mucho cine y ya me lo sé todo. Sin embargo, de mujeres no hay tanto. Y cada vez que te dan un ángulo nuevo dices, ostras, qué original, qué fresco, qué nuevo. Más allá del feminismo, que también es importante, te da originalidad y frescura. Esto le pasa también a la comedia hecha por mujeres, que encuentra caminos que no han encontrado los hombres.

Quizás también porque ahora hay también menos pudor de las mujeres, que siempre hemos tenido como más complejo para exponernos o ridiculizarnos…

Claro, porque en mi opinión, la mayor parte de los temas íntimos de las mujeres han sido considerados tabú, incluso lo siguen siendo hoy en día. Hoy en día, en una televisión nacional en horario de máxima audiencia no te dejan hacer un chiste sobre la regla, pero luego, un chiste de un empalme y no sé qué, eso sí. Entonces sigue habiendo una doble vara de medir, porque la regla es el día a día del 50% de la población. No puedes obviar un tema tan importante en tanta gente, y por lo tanto, es un tema para hacer comedia. Pero incomoda. De hecho, en el Saturday Night Live, que es uno de los principales programas de humor de EE UU, sacaron un sketch sobre cómo esconder un tampón para que la gente no se escandalice. La opción 1 que presentaban era un ratón muerto. Esto es, es preferible tener en tu programa un ratón muerto que un tampón. No puede ser. Y las mujeres están perdiendo el miedo a eso. Ahora, tienen que cambiar muchas cosas, porque la mayoría de los cómicos que están siguen siendo hombres. Yo creo que a las mujeres, y esto también lo saco de lo que dice Henar, que yo aprendo mucho de lo que dicen mis amigas feministas, no se les permite ser mediocres. Es decir, si son mediocres una vez ya no lo pueden ser otra vez, ya no las dejan avanzar. Los hombres, los cómicos sobre todo, hemos tenido tantas oportunidades… Yo lo he hecho tantas veces mal… Y aquí sigo. Y sin embargo, lo hace una mujer y es como ¿ves? ¿Ves como no teníamos que haber llamado a esta mujer? Entonces sí que hay dos varas de medir.

El humor está presente en muchas de tus otras facetas, como en Buenismo bien, programa de Cadena SER en el que co-presentas precisamente junto a Henar Álvarez, que la acabas de mencionar y con Quique Peinado. ¿Qué es el Buenismo bien?

Esto viene de Radio Gaga [programa de televisión que emite Movistar+]. Yo era una persona más bien tirando a cínica, en plan "nadie es bueno por naturaleza", "todo está fatal", "el mundo es una mierda", "la gente no hace nada por solidaridad, es todo mentira, es interés psicológico", etc. De repente hacemos Radio Gaga y dices: yo estoy aquí en mi sillón diciendo lo mal que está el mundo y cómo debería estar bien y luego hay gente que lo está cambiando, te caigan mejor o peor, hay gente que está cambiando las cosas o que se está esforzando por hacerlo. Gente que monta una asociación, gente que monta un colectivo para no sé qué, el Padre Ángel, que acoge a gente sin techo y los mete en su parroquia… ¿Y yo voy a decir cómo es el mundo? Pero claro, la idea de buenismo, el buenismo tradicional, paradójicamente lo usa la gente de Vox y de derechas que curiosamente son cristianos, que es básicamente el mayor mensaje de buenismo que puede existir, el mensaje de Jesucristo. Este buenismo tradicional lanza un poco el mensaje de que todo es bonito y maravilloso y hay que mirar el lado bueno de la vida. Y esto, en mi opinión, es malo, es nocivo. Porque el mundo está muy jodido y las cosas están muy mal y es todo muy injusto. Entonces, el buenismo bien lo que dice es que sabiendo que todo es una mierda, ¿qué podemos hacer para intentar sacar el lado bueno de las cosas? El programa lo que pretende decir es que nosotros tres no somos muy buenas personas, somos personas muy incoherentes y defendemos la incoherencia, además, pero nos gusta traer a gente que quiere cambiar las cosas o que sean buenas personas. Ese es el espíritu, hacer humor desde esa perspectiva.

Uno de los logros del programa es el de juntar a parejas imposibles. ¿Cómo se logra que Paco Marhuenda y Juan Carlos Monedero canten juntos canciones de Víctor Jara?

Eso fue increíble. Pues básicamente un día nos encontramos con Monedero, le retamos a venir al programa, le preguntamos con quién vendría, él dijo que Marhuenda, éste se unió y nosotros no tuvimos que hacer nada. Los dejamos y ya ellos, que son dos bestias de los platós, se entrevistaron solos. Fue así de fácil.

Y demostraron que en el fondo pueden entenderse…

Sí, sí, demostraron que al final todos compartimos algunas cosas. Esto es otra cosa que pretende el programa, y que quizás Vox ha roto y me ha jodido a mí el plan, porque Buenismo bien nació antes de que Vox lo petase. Yo al empezar lo que quería era demostrar que la ideología sólo es un porcentaje de una persona. Esto lo decía el otro día el Padre Ángel de la gente de Vox, que son personas de carne y hueso también, que sienten y padecen. Yo creo que la ideología nos está polarizando, pero claro, ahora lo de Vox es más complicado, porque son de extrema derecha y ultras y defienden cosas muy peligrosas. Pero en cualquier caso creo que no estamos tan polarizados en realidad. Si nos visten a todos de blanco y dejamos de hablar de política es posible que te lleves muy bien con gente que votaría algo que no te crees o que no soportas. Entonces, hay un punto de la responsabilidad de los medios, las redes sociales y tal que polariza la realidad y la deforma. Todos, o la mayoría, compartimos la mayor parte de las cosas: la mayoría queremos tener una familia, amigos, tener tiempo libre, una casa, comer… Son cosas muy parecidas. Hombre, si te encuentras a un señor que sólo le gustan los toros y tú tienes 19 años y él 80 pues es más difícil llegar a acuerdos.

Y luego yo también pienso que hay que entender a los demás. La polémica esta que ha habido en Andalucía de unos padres que han denunciado a un centro por poner a los alumnos un vídeo de violencia de género sobre Ana Orantes, yo en un momento dado pensé "pobre niño", porque es un niño y de repente sus padres le obligan a pensar de una manera. Pero es que esos padres también han sido niños y no han llegado a pensar así porque sí. Entonces, si planteamos que todos hemos sido niños y que hemos vivido unas circunstancias y que nadie se ha hecho a sí mismo, porque eso es una falacia del capitalismo y súper burguesa, porque nadie se hace a sí mismo, eres capaz de entender a la otra persona. Esto lo pienso mucho con señores de 85 años que no entienden el feminismo. Pero ¿cómo lo van a entender, si han vivido toda su vida en un contexto en el que nadie ha dudado de eso jamás? Es muy difícil. Creo que hay que ser más comprensivos en general, porque la polarización ideológica es muy peligrosa. Y lo digo desde lo peligrosas que me parecen las ideas que está difundiendo ahora mismo Vox y los que van abrazados a Vox.

Lo curioso del encuentro entre Marhuenda y Monedero es que precisamente ellos se dedican a alimentar esa polarización…

Sí, sí, es increíble, pero bueno, va en la línea de la imagen de Pablo Iglesias riendo con otros dos diputados de Vox. A mí me parece lo más normal del mundo. Es lo natural, lo espontáneo, lo que tiene que pasar, y lo otro son papeles, roles, que se siguen y se magnifican porque al final te metes en una especie de rueda y vorágine que alimentan los medios y les alimentan a la vez que es de mentira. Y la irresponsabilidad de los políticos es ponerse ese disfraz que magnifica esa polarización, cuando la gente luego no está tan polarizada en las calles. Vox en ese sentido tiene más responsabilidad que nadie, ojo, sin duda. No quiero sonar equidistante, también aquí quiero defender el artículo de Jordi Évole que dice que equidistante aquí no quiere decir que esté a la misma distancia que de la otra. Ojalá Vox no hubiera entrado en el Congreso, porque además está siendo muy irresponsable, provocando cosas como el ataque a un centro de menores inmigrantes en el barrio de Hortaleza de Madrid y cosas de ese estilo. Está siendo muy irresponsable y está provocando que la sociedad se irrite más de lo que estaba.

En una entrevista he leído que dices "La libertad de expresión está cada vez peor. El problema de España nunca ha estado en que la gente se exprese con libertad"… No sé si el contexto es toda esta cuestión de los límites del humor y los cómicos perseguidos por ordas de colectivos ofendidos…

No sé en qué contexto lo dije, pero en cualquier caso creo que la libertad de expresión también es criticar un chiste. A mí no me gusta nada el término ofendidito, porque se refiere a una persona que le ha afectado tu chiste, que le ha resultado doloroso y tiene derecho a expresarse. O sea, tampoco hay que coartar ese derecho. Yo lo que sí creo es que la libertad de expresión tiene que ir en todas las direcciones. Y que hay veces que, y esto lo decía el humorista Ricky Gervais, uno dice "este chiste no es gracioso" y no, no te ha parecido gracioso a ti, tú no eres el ministro del humor. Podrás decir que el chiste te ha parecido racista, pero no que es racista. Pero claro, si todos empezamos a expresar nuestros sentimientos personales y los convertimos en generales… Yo lo que creo es que la libertad de expresión va en todas las direcciones, el término ofendiditos es feo, yo creo que nunca haría un chiste que ofenda a un colectivo vulnerable porque no es verdad, porque a lo mejor en un proceso de creación de una pieza de humor necesitas que un personaje, en algún momento, para mostrar su carácter, haga un chiste sobre un colectivo vulnerable. Es complicado, porque es ficción. Es como si dices que Dark Vader no debería aparecer en las películas porque ha matado a gente.

Yo creo que esto hay que defenderlo porque además no sabes en qué límite y en qué lado de la polarización ideológica caerá la censura. Dejemos que los cómicos se expresen como quieran y dejemos también que la gente les critique como quiera. Yo lo único que digo es "no insultemos, porque es maleducado". Insultar a alguien porque hace un chiste que no te gusta te deja a ti en un sitio mucho peor que a él. Me parece que el insulto es un momento de descontrol personal.

En resumen, creo que la libertad de expresión debe ser para los cómicos y para la gente que no le gustan los chistes que hacen los cómicos, y también para que los cómicos digan ofendiditos a quienes les critican.

Junto a Quique Peinado también trabajas en otro proyecto de televisión, Radio Gaga, que acaba de finalizar su cuarta temporada y ha ganado un Premio Ondas, que se emite en Movistar+ y que consiste básicamente en ir a lugares un tanto en los márgenes de la sociedad y que las personas que viven ahí cuenten cómo es su vida. ¿Por qué es tan necesario este programa?

Yo me metí en esto porque bueno, siempre he querido dedicarme a la ficción, pero sobre todo, siempre he querido contar cosas importantes. Cuando empezamos sufrimos mucho, porque no lo sabíamos hacer y cuando vi el primer capítulo ya montado me sentí muy bien. Y esto sólo me ha pasado con Vida perfecta y con Radio Gaga, ver algo que yo he hecho y decir: ostras, para esto me dedico a esto, no sólo para ganar dinero. El programa ha ido creciendo, al principio lo veía muy poca gente, aunque se volvían locos, parecía que todo el mundo que lo veía tenía que comentarlo. Y sí que es muy necesario, son temas olvidados, temas que normalmente se ven desde un ángulo un poco paternalista, un ángulo en el que no se les da voz a las personas implicadas en ese tema de una manera paciente y con espacio. Y de repente viene Radio Gaga, que no deja de ser un programa de radio grabado, realizado, digamos, y consigue transmitir esta intimidad que tiene la radio, esta verdad a la televisión. De repente transmites de una manera única temas, colectivos y problemáticas que no se habían visto desde esa perspectiva. Sí que es necesario, porque a esta gente normalmente no se le escucha de esta manera.

Me imagino que no debe ser fácil oír las historias tan duras que cuentan las personas a las que entrevistáis. ¿No has sentido nunca las ganas de dejarlo?

No, no, no. O sea, sí que es muy duro hacer Radio Gaga, de verdad, es increíble, pero no, no, dejarlo, no. Lo que sí queremos es descansar entre temporada y temporada todo lo que podamos, pero dejarlo, no. Al contrario, tenemos un grupo de Whatsapp al que mandamos mil temas, se nos ocurren muchas cosas, porque además Quique es como yo y tenemos muchas inquietudes y las injusticias nos afectan mucho y de repente queremos explorar más sitios. También nos habla mucha gente, la frase "tenéis que hacer un Radio Gaga en…" es un lugar común ya. Yo si hay mil temporadas, haré mil.

¿Qué es lo que más has aprendido al hacerlo?

El mayor aprendizaje que me llevo más o menos te lo he contado ya. Dependemos de nuestra infancia: si nuestra infancia ha sido increíblemente dolorosa y trágica el resto de nuestra vida caminaremos por un sendero súper estrecho y será súper fácil caerte al precipicio. Esto se ve muy claramente en Chari, que es casi la cara principal de Radio Gaga, sale además en el primer programa, como parte de una asociación de enfermedad mental. Su vida había sido un infierno y, claro, había pasado por todo lo más doloroso que te puedes imaginar. Y allí estaba diciendo que un abrazo le hacía llorar porque aún no se lo creía del todo.

Esto te hace entender que cada uno es como es por el origen que tiene y hace que veas que la gente que tiene adicción a las drogas, por ejemplo, normalmente, yo diría en un porcentaje altísimo, ha tenido una infancia horrible. Al final, te centras en los niños. Los niños son súper delicados, de ahí nace todo. A ver, luego puedes tener una vida de puta madre y un sendero anchísimo y caerte igual, pero lo general es que haya siempre estos equilibrios: si te ha ido mal, es previsible que te vaya mal y si te ha ido bien en la infancia es muy probable que te vaya bien como adulto. Y al final esto lo puedes llevar incluso a quién votas: mis padres son de izquierda, mi madre votaba a Los Verdes y a los comunistas, quiero decir, es normal que yo tenga esta manera de ver el mundo, esta ideología, sería muy raro que yo fuera un reaccionario con unos padres progres que siempre me han permitido vivir como yo quiera. Si hubiese vivido en una familia de gente de derechas yo no sería como soy. Para mí es una falacia que nos hacemos a nosotros mismos y que yo decido cómo soy y lo que pienso, tiene mucho que ver el origen que tienes. Y esto nos tiene que permitir tener más empatía hacia los demás, porque si entiendes su origen, entiendes dónde está. Creo que esto lo trabaja mucho la buena ficción, que procura contar que hasta un personaje que es teóricamente malo tiene un origen y puedes empatizar con él. Esto es lo que más he aprendido de Radio Gaga.

De todos estos trabajos que desempeñas se podría sacar la conclusión de que el hilo conductor, de alguna manera, es un compromiso social. Tu trabajo, digamos, muestra un cierto compromiso con la realidad que te ha tocado vivir. ¿Es algo pensado, por tu parte, o se ha dado así?

Bueno, la vida te va llevando un poco por ese camino. Radio Gaga ha sido súper importante en esto. Yo me quería dedicar a la ficción porque me gusta el cine, pero ahí ya te van saliendo oportunidades y las vas aprovechando, porque yo he hecho también muchas pelis de encargo. Y de repente descubres Radio Gaga y se unen cosas. Radio Gaga ha cambiado un poco todo. Pero también te digo que sigo disfrutando de hacer comedias de encargo y de escribir otras cosas y de hacer humor sin pretensiones y todo eso me encanta, no lo voy a perder.

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Los tres de… Manuel Burque

Tres películas / series: La doncella (dirigida por Park Chan-wook, 2016), The Wire (serie de televisión creada por David Simons para la HBO, 2002-2008) y Vida perfecta (de Leticia Dolera para Movistar+, 2019).

Tres programas de televisión / radio: A vivir que son dos días (Cadena SER), Salvados (La Sexta) y Radio Gaga (de Movistar+).

Tres canciones: White Rabbit, de Jefferson Airplane, Karma Police, de Radiohead, y Bambú, de Juvenilia.

Tres libros: Arrugas, de Paco Roca (Delcourt, 2007), Leviatán, de Paul Auster (Anagrama, 1993), y Las chicas, de Emma Cline (Anagrama, 2016).

Tres referentes: Leticia Dolera, la combinación de Yayo Herrero y mi hermana (mi hermana es quien me descubrió a Yayo Herrero y quien me obliga a pensar de otra manera a nivel ecologista) y el tercer referente sería la comunidad científica, en general.

Tres momentos históricos: Por el impacto que me supusieron a nivel personal yo diría el 11S, el 11M y cuando Darwin publica la teoría de la evolución.

Tres lugares para visitar: A Coruña, El Hierro y Nueva Zelanda.

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Ángeles Castellano es periodista y miembro del equipo de redacción de Consumerismo.